El flúor está presente en la vida de todos, desde pequeños nos dicen que es muy importante para lucir una buena sonrisa y para lograr una correcta salud bucal. Sin embargo, a pesar de que a diario estamos en contacto con este químico, casi nadie sabe porque es bueno para los dientes de niños y adultos.
En dentista Martín Riva en Santander hicimos este artículo donde encontrarás mucha información sobre el flúor, sus propiedades y cuáles son sus principales beneficios.
¿Por qué el flúor es bueno para los dientes?
Antes de empezar con este tema es importante que dejemos muy claro algunos conceptos básicos.
Quizás no lo sepas, pero el flúor en realidad es un gas que puede ser peligroso e incluso mortal para las personas. De hecho, el flúor puro es muy dañino y, si entra en contacto directo con la piel, produce graves quemaduras químicas. Es por ello que tanto en los dentífricos como en los enjuagues bucales de uso diario no hay flúor puro, sino un derivado llamado fluoruro.
Los fluoruros más utilizados para la higiene de los seres humanos son el fluoruro de sodio, los fluorofosfatos y las fluoroaminas.
Estos químicos se aplican a la pasta de dientes porque ayudan a reducir la solubilidad del esmalte y hacen que las piezas dentales sean más resistentes a los ácidos de las bacterias. Así, en un diente más resistente se producen menos caries que en uno sin esa protección.
¿Cómo el flúor ayuda en la salud dental?
En este punto queremos dar una explicación clara, sencilla y alejada de términos médicos y científicos. De ese modo todos entenderán mejor cómo es posible que un elemento químico tan peligroso pueda ser beneficioso para las piezas dentales. El fluoruro al entrar en contacto con el diente reacciona rápidamente con el calcio del esmalte y forma el fluoruro de calcio. Esta reacción junto con otros elementos da como resultado un aumento significativo de la resistencia del esmalte.
Al respecto, es importante mencionar que todos los productos de higiene bucal como el dentífrico o el enjuague no son peligrosos para los seres humanos. Esto se debe a que esos productos contienen en su formulación una concentración de flúor segura y al mismo tiempo efectiva para combatir las caries. Por otro lado, están diseñados para ser retirados de la boca con agua fresca, sin llegar a tragarlos.
Además, existen otros productos como espumas y geles especiales que también contienen flúor y están diseñados para aplicarse directamente sobre el esmalte y dejarlos actuar durante unos minutos. De esa manera el efecto protector es mayor. Aquí es importante mencionar que este tipo de producto solo debe ser aplicado por dentistas profesionales durante los tratamientos de limpieza.
Aplicando el flúor de forma sistémica
El flúor es útil en más de una forma y no solo se puede aplicar de manera tópica al usarlo directamente en las piezas dentales con el dentífrico o los enjuagues bucales. Otra manera es utilizarlo de forma sistémica. Esto es cuando se ingiere mediante el consumo de agua con flúor, suplementos de flúor o incluso cuando se consume a través de algunos alimentos y bebidas. Cuando llega al torrente sanguíneo después de pasar por el sistema digestivo, la sangre lo distribuye por todo el cuerpo.
Así es como el flúor, llega a la saliva que cubre constantemente los dientes, ayudando a protegerlos contra las caries. Además, en los casos de los niños el sistema circulatorio también lo lleva a los dientes que todavía no han salido. Es por eso que es recomendable que los infantes cuyos dientes todavía se están desarrollando consuman el flúor de manera sistémica.
Los especialistas sostienen que consumir agua con flúor es una de las formas más efectivas de proteger los dientes contra las caries. Por esta razón, muchas organizaciones de la salud a nivel mundial apoyan la fluoración del agua pública. La fluoración es un procedimiento económico y sencillo que consiste en ajustar los niveles de flúor del suministro de agua pública con el fin de lograr un nivel óptimo que ayude a mejorar la salud dental de la población.
Beneficios y ventajas del flúor
Además del obvio beneficio que todos conocemos de ayudar a prevenir las caries, el flúor también favorece el proceso de re-mineralización de las piezas dentales. Dicho de otra forma, contribuye a que minerales como el calcio y el fosfato retornen a los dientes después de ser atacados por los ácidos de las bacterias en un proceso que es llamado desmineralización. La re-minaralización incluso repara y corrige algunas caries antes de que se forme una cavidad en el diente.
Por otro lado, el flúor actúa sobre las bacterias que forman las caries e inhibe su metabolismo y su adhesión a la placa bacteriana.
Hay que tener cuidado
Puede parecer que todo en el uso de este químico es bueno y ventajoso, sin embargo, no hay que olvidar que un uso excesivo de flúor puede ser perjudicial para el esmalte de las piezas dentales. Esto es más importante aún cuando se trata de niños pequeños, ya que su esmalte absorbe muy rápidamente el flúor.
Abusar del uso de flúor puede causar una condición denominada fluorosis dental, que provoca un descoloramiento o manchado del esmalte. Aunque la fluorosis dental no ocasiona grandes problemas dentales, si tiene malos efectos estéticos.
En este punto es importante estar atento a cada caso particular. Para disminuir el riesgo de padecer fluorosis, hay que estar pendiente del consumo de flúor. Si una persona ya consume agua fluorada, por lo general es suficiente cepillarse los dientes de forma regular utilizando un dentífrico con flúor. Por otro lado, si cree que no tienes suficiente, es importante que consulte con un especialista. Es aconsejable que un profesional con experiencia recomiende la cantidad que se debe consumir.