Muchas personas pasan toda su vida con malestares muy incómodos como molestias a la hora de masticar, dolor en la articulación de la boca o incluso hipersensibilidad dental. Algunos no les prestan mucha atención y piensan que es algo normal, pero es posible que estén sufriendo de maloclusión dental, también llamada mala mordida.
En este artículo, que hicimos desde dentista en Santander, encontrarás mucha información que te permitirá conocer más sobre esta incómoda dolencia, sus efectos dañinos para la salud y como combatirla.
Qué es una mala mordida y las ventajas de corregirla a tiempo
Muchos profesionales estiman que más del 10% de la población mundial tiene una deformación dentofacial de algún tipo (unas más graves y evidentes que otras).
La maloclusión o mala mordida es una deformación en la estructura de la boca caracterizada por una alineación incorrecta de los dientes. Por lo general el maxilar superior y la mandíbula no encajan de forma adecuada, lo que puede provocar roces y fricciones entre las piezas dentales.
Por su parte, la maloclusión es más que un simple inconveniente estético. En realidad, una maloclusión tiene el potencial de alterar de manera negativa el funcionamiento del aparato masticatorio. Además de ocasionar otras dolencias como dolores musculares, de cabeza y de cuello. Incluso puede provocar problemas digestivos, afectar a las piezas dentales, las encías y los huesos bucales.
Este problema de la estructura bucofacial, se puede corregir fácilmente durante la niñez, en estos años la mandíbula aún está en crecimiento y puede modificarse. En este sentido un tratamiento de ortodoncia interceptiva permite modificar los huesos para corregir la alineación entre la mandíbula y el maxilar superior.
Por otro lado, para corregirlo en la edad adulta, en los casos más graves es necesario recurrir a la cirugía ortagnática.
Causas de una mala mordida
Las causas por las que se puede ocasionar este problema son muy variadas, pero por lo general estos inconvenientes a la hora de masticar son hereditarios. Por otro lado, es posible que se deban a una pérdida temprana de dientes, por respirar por la boca, chuparse el dedo durante la infancia o haber utilizado un chupete durante mucho tiempo.
Por otro lado, hay otros factores por los que se puede producir una maloclusión, como la diferencia de tamaño entre la mandíbula y el maxilar superior, el apiñamiento o mucho espacio entre las piezas dentales. Es común que, cuando se pierde una pieza dental, se vea afectada la mordida porque el resto de las piezas se mueven hacia ese espacio vacío. También puede ser ocasionada por golpes y fracturas de mandíbula o por algo tan simple como empujar los dientes con la lengua.
Consecuencias de una mala mordida
Además de los problemas más evidentes como asimetrías en el rostro, dificultad para hablar y alteraciones fonéticas, se puede producir desgaste dental y otros problemas como:
Dientes apiñados
Una mala mordida por apiñamiento ocasiona un obstáculo para realizar una buena rutina de higiene bucal que impide eliminar por completo los restos de alimentos. Esto, por lo general tiene como consecuencia un mayor número de caries y enfermedades periodontales.
Bruxismo
El bruxismo es un trastorno que ocasiona que el paciente rechine o apriete los dientes. Cuando esto ocurre, por lo general se produce un importante desgaste dental e incluso fracturas en alguna de las piezas. Algunas personas pueden presentar problemas en la articulación mandibular o dolores de cabeza.
Problemas al respirar
En algunas ocasiones los inconvenientes respiratorios como ronquidos y apnea del sueño son consecuencias de una maloclusión. SI una persona no puede cerrar bien los labios, se ve forzada a respirar por la boca, lo que puede producir los problemas respiratorios al dormir.
Tipos de malas mordidas
No todas las maloclusiones son iguales. En este punto es importante mencionar que debe ser un profesional quién haga el diagnóstico del tipo de mala mordida. Aquí encontrarás los principales tipos de esta dolencia.
Mordida cruzada
Es cuando por alguna razón la mandíbula inferior y la superior no están posicionadas correctamente. Esto ocasiona que, al morder, algunos de los dientes superiores quedan en la parte interna de los dientes inferiores.
Apiñamiento
Este es uno de los problemas más comunes en la población y por lo general se puede detectar a muy temprana edad. Ocurre cuando en el hueso del maxilar no hay espacio suficiente para que los dientes permanentes se desarrollen de forma normal.
Diastema
Este problema surge cuando hay demasiado espacio en la mandíbula y / o en el maxilar. Lo que puede ocasionar que los dientes aparezcan muy separados entre sí.
Sobremordida
La sobremordida aparece cuando las piezas dentales superiores están más adelantadas que las inferiores. En los casos más agudos los dientes superiores pueden llegar incluso a cubrir los inferiores de forma parcial.
¿Cómo corregir la maloclusión dental?
En este punto es importante acudir a un odontólogo profesional que evalué cada caso particular y de ser necesario, recomiende el tratamiento adecuado. Por lo general, la ortodoncia y la ortopedia son las maneras más seguras de corregir los problemas de mala mordida. Entre los adultos lo más utilizado para corregir este problema son los brackets invisibles.
Los niños de unos 6 o 7 años ya pueden presentar problemas de malas mordidas y quizás deban utilizar algún tipo de aparato dental para solucionarlos. A esta temprana edad los huesos donde crecen los dientes se hacen más grandes y se pueden solucionar la mayoría de los problemas de maloclusiones.
En este sentido, la ortodoncia, los Brackets o los alineadores dentales son los tratamientos principales para corregir estos problemas. Sin embargo, en los casos más agudos donde los defectos óseos son muy grandes se necesitará recurrir a la cirugía ortognática o maxilofacial.