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¿Cómo tratar los dientes apiñados en los niños?

La salud bucal es una parte importante en la vida de los niños. No solo se trata de que los menores puedan lucir una buena sonrisa, sino de que una dentadura alineada correctamente genera en los niños una sana confianza en ellos mismos. Una confianza que se reflejará en su vida como adulto y en los logros que alcance en su vida familiar y profesional.

A continuación, desde dentista Santander te damos mucha información sobre este inconveniente y algunos consejos que te ayudarán a combatirlo y minimizar sus efectos.

¿Por qué se producen los dientes apiñados?

Por lo general, los seres humanos empiezan a experimentar cambios en sus piezas dentales entre los 6 y los 8 años, a esa edad un diente de leche se cae y aparece la pieza permanente. Por lo general, las nuevas piezas respetan el hueco de las anteriores, pero en algunos casos salen desordenadas y fuera del lugar adecuado.

La principal razón del apiñamiento

En realidad, no existe una explicación única del porqué de este problema en la dentadura de los niños. Sin embargo, casi siempre se debe a que falta espacio en los maxilares y el diente nuevo sale siguiendo el camino de menor resistencia. Es decir, si no hay espacio suficiente para que el diente salga recto en la posición correcta, se girará, se torcerá y saldrá torcido o apiñado.

Es común que, si una persona ha llevado ortodoncia por un problema de falta de espacio, sus hijos necesiten también este mismo tratamiento para ayudarlos a corregir la posición errónea de los dientes.

Otros motivos

Pero la falta de espacio no es la única razón, otro motivo por el que un diente sale fuera de su sitio es por la costumbre de algunos infantes de chuparse el dedo de forma excesiva. También puede ser que algún tipo de trauma facial ocasione el desplazamiento de las piezas dentales. Por otro lado, existen unos motivos menos comunes como la deglución atípica o la respiración oral.

¿Los dientes apiñados se pueden corregir?

Quizás te estés preguntando si este problema se puede corregir sin la intervención de un especialista. La respuesta corta es: sí (aunque en muy raras ocasiones). Mientras el niño crece y se desarrolla, el espacio en su boca se amplía un poco y cada diente se coloca y alinea correctamente en su sitio.

Sin embargo, esta es la excepción a la regla, por lo general cuando hay un problema de espacio, aunque el infante crezca, los dientes seguirán sin caber. Por esa razón, en la gran mayoría de los casos el odontopediatra debe ser el responsable de plantear el tratamiento de ortodoncia para corregir la posición errónea de las piezas bucales.

¿Qué inconvenientes puede tener un niño si no se corrigen los dientes apiñados?

Tener un diente (o más) mal colocado, es mucho más que una simple contrariedad estética. Puede convertirse en un problema psicológico del niño donde se vea afectada su autoconfianza y se le dificulte la socialización y hacer nuevos amigos.

Por otro lado, con el paso del tiempo se puede convertir en un verdadero dilema de salud bucodental. Esto se debe a que una mala posición de los dientes puede ocasionar que el niño al cepillarse no llegue a todos los espacios. Esta situación puede generar que los restos de comida se acumulen y con el paso del tiempo aumenta las posibilidades de la aparición de caries u otros inconvenientes bucales.

¿Cómo saber si un niño necesita un tratamiento para corregir su dentadura?

Por supuesto lo primero es la observación directa de la dentadura del infante. Si al momento en que comiencen a salir las piezas dentales permanentes, se observa algún inconveniente o mala posición, es recomendable que el niño sea evaluado por un dentista profesional.

En este punto es importante tomar en consideración que, si por alguna razón el crecimiento normal de la mandíbula no proporciona suficiente espacio para que los dientes se enderecen, puede ser necesario realizar algún tipo de tratamiento de ortodoncia.

¿Cuándo se deben corregir los dientes apiñados?

Esto puede ser un poco complicado y no hay una respuesta sencilla. En todo caso es el profesional en ortodoncia quién sabe cuándo es el momento oportuno para empezar con el tratamiento de la dentadura del niño. De allí la importancia de visitar periódicamente un odontólogo de confianza, así el ortodoncista dará la mejor orientación y aconsejará, de ser necesario, la colocación del tratamiento de ortodoncia adecuado.

Sin embargo, según cada caso particular, el experto puede recomendar (por ejemplo) una ortodoncia interceptiva en niños de 5 o 6 años con el fin de corregir la posición de los maxilares. Además, es a esa edad (en que los huesos están en pleno crecimiento), que se puede crear el espacio suficiente para que vayan saliendo los dientes definitivos.

¿Qué pasa si no se corrigen los dientes apiñados?

Es importante solucionar lo antes posible este inconveniente ya que, de otra forma, es muy posible que un diente torcido siga así hasta la adultez. En este punto hay que tomar en cuenta que, si no se toman las acciones debidas, tanto la apariencia como la salud bucodental del niño (y después como adulto), se verán comprometidas. No solo se trata de la estética del individuo, además su mordida y su masticación pueden verse afectadas por unas piezas dentales desalineadas. También puede ocasionarse un desgaste anormal de los dientes, e incluso puede llegar a producirse un desvió significativo de la mandíbula.

A una edad temprana es posible corregir la posición de un diente torcido, pero en los adultos puede ser necesario extraer alguna pieza para hacer espacio para poner correctamente los dientes restantes.