Tener la necesidad de un reimplante dental es una realidad para muchas personas. Las causas de esta necesidad son múltiples y dependen en gran medida de factores externos como traumatismos. Estos problemas suelen ser ocasionados por accidentes mayores o leves que afectan directamente el área de la boca.
Veamos todo lo que se debe saber al respecto.
¿Qué es un reimplante dental?
Es un procedimiento cuyo objetivo es devolver una pieza dental caída a su lugar original. Para lograrlo se recurre a la técnica conocida como reimplantación dentaria, la cual consiste en solucionar la avulsión de la pieza dental caída para colocarla de nuevo en su alvéolo respectivo.
Los síntomas de esta lesión son fácilmente identificables ya que se basan en el dolor y el sangrado. Aquí es importante saber que los dientes son considerados como avulsionados cuando se han salido completamente de sus alvéolos. Así, normalmente las avulsiones se producen porque se ha recibido un gran impacto directamente en la zona bucal.
Es necesario aclarar que el éxito de la reimplantación depende de que no haya transcurrido demasiado tiempo desde que se produjo la avulsión. Esto debido a que el alvéolo, que recibirá de nuevo al diente, debe contar con ciertas condiciones. Entre estas condiciones hay una muy importante y es que aún no haya cicatrizado por completo. Por ello, para que un reimplante sea efectivo es necesario recibir atención médica inmediatamente.
Procedimiento para realizar una reimplantación dental
Tomando en cuenta que el tiempo es un factor clave para lograr que el alvéolo reabsorba la pieza dentaria, se debe actuar rápido. Por ello, es necesario acudir al odontólogo sin demoras porque esta situación se considera una emergencia médica. Sin embargo, es importante procurar insertar el diente de inmediato; de hecho, el propio paciente puede hacerlo.
En primer lugar, debe tomar la pieza bucal caída por la corona sin tocar la base o raíz. Seguidamente es importante desinfectarlo con agua limpia.
Para continuar con el procedimiento, el paciente debe colocar de nuevo la pieza dental en el alvéolo correspondiente. Haciéndolo con suavidad garantiza que la pieza dental encaje de la forma más natural posible. Procediendo de esta manera, además de evitar el dolor excesivo, aumenta las probabilidades de que el diente sea reabsorbido por el cuerpo con mayor facilidad.
Para finalizar con este procedimiento, es altamente recomendable morder ligeramente un pañuelo o una servilleta. Esto con el fin de sostener el diente en su lugar, a la vez que se mitiga el sangrado. Se hace indispensable recordar que es necesario acudir inmediatamente a un especialista.
Lo que se debe hacer sí no se logra reinsertar el diente
Hay que contemplar la posibilidad de que no se pueda completar el procedimiento de que la propia persona se coloque el diente. En este caso hay que mantener el diente húmedo hasta que se obtenga atención odontológica. De igual manera, es importante tener la precaución de no colocar la pieza bucal en agua, lo recomendable es colocarlo en un vaso de leche. De esta manera se conservan mejor los nutrientes naturales del diente. Una solución a base de sal, también es una buena opción al momento de conservar la pieza dental caída.
En todo caso lo mejor es mantenerlo dentro de la cavidad bucal para que la saliva lo mantenga con humedad. Esto puede hacerse en el caso de que se esté completamente seguro de que el paciente no se tragará el diente. Sí la persona se encuentra inconsciente o demasiado aturdida, no se le debe colocar el diente dentro de la cavidad bucal.
Condiciones que permiten realizar un reimplante
No todas las personas reúnen las condiciones necesarias para recibir este tipo de procedimiento médico. Así, la edad es un factor limitante; por ejemplo, los niños pequeños no suelen recibir este tipo de reimplantación. Aunque un niño pequeño sufriera de un traumatismo y perdiera una pieza dental, no recibirá este tratamiento. Esta situación se debe a que se podrían generar complicaciones en sus dientes permanentes que estén en proceso de crecimiento.
Por otra parte solamente los dientes permanentes son reimplantables. Los dientes colocados como prótesis no se sostendrán por sí mismos en el alvéolo ni serán absorbidos naturalmente por el cuerpo. De igual manera, las personas de edad muy avanzada no suelen ser aptas para este tipo de procedimiento.
Técnica odontológica para la reimplantación
El odontólogo puede variar el procedimiento a seguir dependiendo de algunos factores. Estos factores se basan principalmente en sí el paciente se colocó correctamente el diente en el alvéolo. De ser así, el procedimiento a seguir por el especialista es verificar que la reimplantación haya sido correctamente realizada.
Una vez que se constate la correcta posición de la pieza, el especialista colocará férulas alrededor para fijarlo adecuadamente. Una vez que transcurran diez días deberá evaluar el estado de la pieza reimplantada y a depender de cómo se encuentre el nervio podrá programar otra cita. En esta otra cita podría realizar un tratamiento de conducto o una endodoncia, dependiendo del estado en particular.
En el caso de que el paciente no se hubiese reinsertado el diente por sí mismo, el odontólogo deberá hacerlo. Para ello seguramente colocará anestesia local, higienizará el diente y procederá a colocarlo en su lugar. Igualmente colocará la férula fijadora y programará una nueva cita.
Lo que puede pasar sí el diente no fue correctamente conservado
Otra posibilidad a contemplar, es que el paciente no pudo colocarse por sí mismo la pieza dental ni tampoco logró conservarlo adecuadamente. En estos casos el especialista todavía puede reinsertar el diente, pero solamente si el proceso se realiza muy pronto. De transcurrir más de una hora la reimplantación tiene grandes posibilidades de fracasar. Esto debido a que los dientes que no han sido conservados adecuadamente se secan demasiado.
Al respecto, es de destacar que la sequedad ocasiona que el ligamento periodontal, muera, lo que conlleva a implementar otras opciones. Entre las opciones de sustitución de piezas dentales caídas se encuentran los implantes dentales o las prótesis removibles.
Se hace necesario tomar en cuenta que en todos los casos el odontólogo seguramente recetará antibióticos. Esto con el fin de prevenir cualquier posible infección producto de la avulsión y la posterior reimplantación de la pieza dental.