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¿Qué es la mordida cruzada?

La maloclusión es una alteración en el alineamiento de las piezas dentales que impide un encaje correcto de los dientes inferiores y superiores. En algunos casos esta condición puede ocasionar una alteración de la funcionalidad y de la estética de los dientes. Se estima que entre el ochenta y cinco y el noventa por ciento de la población presenta algún tipo de inconveniente con su alineación dental.

Ahora bien, una de las principales maloclusiones que se encuentran son las llamadas mordidas cruzadas. En clínica Santander te explicamos de qué se trata.

¿Qué es la mordida cruzada?

En una mordida normal, los dientes superiores sobresalen por delante de los inferiores, pero en una mordida cruzada los de arriba quedan por detrás de los inferiores. Esta mala posición dental ocasiona que el paciente tenga algunos problemas al momento de morder, ya que las piezas dentales no pueden ejercer la fuerza adecuadamente.

Si esta condición no se corrige a tiempo, puede ocasionar daños en el diente, en los tejidos blandos y en casos graves en la estructura ósea de la boca.

En este punto es importante tomar en cuenta que el encaje de los dientes cuando el paciente cierra la cavidad oral es lo que se denomina “oclusión fundamental” que es una parte esencial del sistema estomatognático. De aquí la importancia de visitar a un ortodoncista para que el profesional pueda valorar y solucionar la desalineación de los dientes.

¿Cuál es la causa de las mordidas cruzadas?

Entre los principales motivos por los que se producen las mordidas cruzadas están, por un lado, la genética y por el otro la alteración de la mandíbula o maxilar. Pero también es común que los dientes temporales se retrasen al caerse, por lo que los permanentes salen desviados y fuera de su posición normal.

También existe la posibilidad de que se presente esta condición en algunas personas que acostumbran respirar por la boca ya que la posición de su lengua no es la adecuada. 

Por otro lado, la mordida cruzada en los infantes se relaciona con diversas causas como: la costumbre de meterse los dedos en la boca o el uso de algunos chupetes. También existe la posibilidad de que cuando son bebés siempre duermen de un mismo lado o no los intercambian de lados a la hora de amamantarlos.

Esta es otra de las razones para visitar al odontólogo desde pequeños, ya que a esa edad es más fácil corregir esos posibles inconvenientes. Si no se atienden a tiempo estas alteraciones de la mordida pueden afectar al desarrollo y crecimiento de la estructura facial y más adelante pueden favorecer la aparición de problemas dentales más graves.

¿Hay varios tipos de mordidas cruzadas?

Según el sitio de la maloclusión, la mordida cruzada se puede clasificar en anterior o posterior, Además se puede presentar en una o más piezas dentales.

Anterior

Este tipo de maloclusión ocurre cuando afecta a los dientes anteriores de la boca, es decir los que se encuentran de canino a canino.

Posterior

Aquí es cuando la patología afecta a los premolares y molares.

Dentaria

Esto ocurre cuando los maxilares se encuentran en su posición correcta, pero las piezas dentales se orientan hacia una dirección errada (hacia el interior o exterior de la boca).

Esquelética

Es cuando el maxilar superior tiene un tamaño inferior al de la mandíbula, por lo que queda más atrás de su posición natural.

¿Se puede tratar una mordida cruzada?

SI, por lo general, todos los tipos de mordidas cruzadas se pueden tratar. Lo mejor es que el tratamiento se realice a una edad temprana para evitar una alteración del desarrollo facial. Además, también ayuda a minimizar la posibilidad de futuros problemas óseos, dentales o musculares que causan asimetría facial que puede desembocar en problemas estéticos muy graves y perjudiciales para el paciente. Dentro de los tratamientos, el uso de brackets invisibles es el más utilizado por sus buenos resultados.

Este tipo de tratamientos para corregir las mordidas cruzadas van orientados a restablecer la forma como se alinean las piezas dentales superiores e inferiores.

En este sentido, es de gran importancia solucionar lo antes posible esta problemática, ya que de lo contrario afecta a quienes la padecen por el resto de sus vidas. Para evitarlo es aconsejable realizar los tratamientos en cuanto se diagnostique la maloclusión, de esa manera el tratamiento será más sencillo y, por lo general, dura menos tiempo.

Durante la infancia

Las mordidas cruzadas se pueden tratar en cualquier etapa de la vida, pero lo mejor es hacerlo en la infancia. Los niños están en época de crecimiento y sus huesos aceptan mejor los procedimientos médicos. Lo más aconsejable es tratar a los pequeños con ortodoncia interceptiva que es un tipo de ortodoncia preventiva, para guiar o corregir el mal crecimiento de los dientes y de los huesos de la mandíbula. Su objetivo principal es potenciar el crecimiento correcto de los huesos.

En este tipo de ortodoncia se utiliza un aparato llamado “expansor”, que se fija sobre el paladar y se ensancha de forma progresiva cada día con la ayuda de una llave especial para este fin. Este procedimiento según el estado del paciente suele durar entre uno a dos meses, sin embargo, en los casos más graves este periodo se puede extender un poco.

Con la ortodoncia interceptiva se logra expandir el maxilar con el fin de ensanchar el paladar, mejorar la mordida y hacer crecer el maxilar y la mandíbula. Cuando se consigue el tamaño normal, el especialista deja fijo el extensor durante tres meses para asegurarse de que el hueso permanecerá en esa posición. Por supuesto que, si el niño tiene malos hábitos como chuparse los dedos, es indispensable corregir esa costumbre para que no haya una recaída.

Durante la edad adulta

En los adultos la situación cambia un poco, en esta etapa de la vida ya ha finalizado el crecimiento y desarrollo de la estructura ósea. Por supuesto que se puede tratar la maloclusión con ortodoncia, pero hay que hacer unos estudios previos. En casos muy severos y según el estado de gravedad que presente el paciente es posible que sea necesario combinar el tratamiento de ortodoncia con una pequeña cirugía que ayude a conseguir una estructura ósea normal.