Muchos españoles, tanto adultos como niños, necesitan ser tratados por un ortodoncista. Algunos profesionales sostienen que es más del 40 o incluso el 50% de nuestra población los que la requieren. Por su parte, en algunos casos un tratamiento de este tipo, puede ser solo una decisión estética, pero en otros se trata de un tema de salud bucodental.
En este sentido están el tratamiento convencional (con brackets) y el invisible. En este artículo, que hicimos desde dentista Santander, encontrarás mucha información sobre estos tratamientos, las ventajas de cada uno y cómo averiguar cuál es el mejor en cada caso.
Qué es la ortodoncia convencional
La ortodoncia convencional lleva muchos años aplicándose en todo el mundo y todos la conocen. Se trata de un dispositivo elaborado en metales de alta calidad (u otros materiales) compuesto por brackets y arcos, que se fijan a las piezas dentales y se unen entre sí para recolocar los dientes en la forma adecuada.
Por lo general es un tratamiento muy efectivo que se adapta a la mayoría de los pacientes. No es demasiado costoso y cumple muy bien su objetivo de corregir la dentadura.
Qué es la ortodoncia invisible
Los brackets invisibles son un tratamiento un poco diferente del tradicional, tanto en su concepto como en la forma de aplicarse al paciente. Aquí el dispositivo corrector es una placa formada por férulas transparentes que son colocadas sobre los dientes y que se pueden remover fácilmente.
Este tratamiento ayuda a mantener la estética durante su aplicación, ya que, como son transparentes y no utilizan brackets ni alambres, son muy difíciles de notar. Además, en condiciones normales, sus resultados tienen la misma calidad que el tratamiento convencional.
¿Qué tipo de ortodoncia es mejor?
Quizás te estés preguntando cuál es el mejor tratamiento para ti. En ese sentido es importante que antes de decidirte por algún tipo de tratamiento, acudas a tu dentista de confianza. Solo un profesional, después de realizar un estudio personalizado y de analizar las necesidades de cada paciente puede señalar cual es el tratamiento más favorable en cada caso.
En este sentido, los tratamientos convencionales son económicos y llevan mucho tiempo demostrando que funcionan de forma correcta. Por otro lado, los brackets invisibles, aunque pueden ser un poco más costosos mantienen una muy buena estética y son igualmente efectivos.
¿Por qué elegir una ortodoncia invisible?
Este novedoso tratamiento es muy difícil de ver; es decir, pasa completamente desapercibido y es capaz de alinear las piezas dentales al mismo tiempo que mejora la sonrisa del paciente.
Los alineadores transparentes se elaboran a medida y, por supuesto, son removibles. Así, el especialista prepara una serie de estos alineadores que tienen unas pequeñas diferencias entre sí. Cada uno de ellos permite ir moviendo los dientes poco a poco hasta que llegan a la posición adecuada.
Estos dispositivos translúcidos son muy cómodos y sí el paciente lo desea se los puede retirar para comer o cepillarse.
¿Quién debe usar la ortodoncia invisible?
En este punto es importante mencionar que por lo general no existen contraindicaciones para que una persona no pueda usar este tipo de tratamiento.
Sin embargo, es tarea del ortodontista realizar un examen exhaustivo a cada una de las piezas y a la dentadura del paciente para evaluar el problema (apiñamiento, sobremordida, diastemas, etc.). Solo después de ese análisis el especialista decidirá qué es lo más recomendable en cada caso. Quizás lo mejor sea el uso de brackets, pero cada vez son más los especialistas que recomiendan los brackets invisibles para corregir los errores bucodentales sin necesidad del uso de alambre.
Diferencias entre la ortodoncia invisible y la tradicional
Aunque estos tratamientos tengan el mismo fin de alinear los dientes, existen algunas diferencias entre ellos. Aquí encontrarás las principales:
Poco visibles
En el caso de los tratamientos tradicionales, los alambres y brackets se pueden ver claramente en la boca del niño o adulto que los lleva. Sin embargo, los retenedores invisibles son muy difíciles de ver, lo que permite que el usuario se sienta más cómodo llevando este tipo de dispositivos trasparentes.
Comodidad al usarlos
La ortodoncia invisible es mucho más cómoda que la tradicional. Como se puede retirar en cualquier momento del día, le brinda al usuario la posibilidad de quitársela para comer y para cepillarse los dientes. Así se puede continuar con el tratamiento sin dejar de llevar una vida normal (sin alambres en la boca).
Mejor higiene bucal
Este punto está muy ligado con el anterior. Ya que al poder retirar los alineadores transparentes se puede mantener un mejor aseo tanto de las piezas dentales como de los propios retenedores. De esa forma no se acumulan restos de alimentos y se evita que aparezca una caries.
Cuidado de los dientes
Algunos sufren de Bruxismo, que es un trastorno donde las personas rechinan o aprietan los dientes. Como los alineadores cubren por completo la superficie de las piezas dentales, las protege contra esa fricción impidiendo que se desgasten o fracturen.
No produce alergias ni reacciones negativas
Algunas personas presentan diferentes cuadros alérgicos incluidos algunos relacionados con el metal que se utiliza en la ortodoncia tradicional. En ese sentido, el alineador invisible, por lo general, es completamente seguro y no produce ningún tipo de alergia.
Ideal para quienes practican actividades físicas
Cada vez más personas tanto adultos como niños practican deportes o algún otro tipo de actividad física. Aquí los alineadores invisibles son ideales ya que son seguros para utilizarse mientras se practica cualquier deporte. Sin embargo, si el usuario lo prefiere, puede retirarse los retenedores y volvérselos a colocar una vez que la actividad termine. De esa forma se puede evitar las posibles rozaduras que producen los clásicos brackets en la mejilla o en los labios.